En homenaje al “Parque Nacional Talampaya”, una conjunción muy singular de belleza natural, reserva arqueológica y tesoros paleontológicos en el oeste riojano. Fue creado en 1997 a partir de una reserva provincial y posee una superficie de 215.000 has. Entre sus notables formaciones naturales, causadas por los procesos erosivos que forman cañadones de rectos y altos paredones, el agua, el viento y el tiempo moldearon figuras caprichosas, configurando un ambiente lleno de misticismo. Por su valor paisajístico y cultural fue declarado por la UNESCO, Patrimonio Mundial de la Humanidad.